Sonó muy bien la orquesta, empastada, segura, buscando y consiguiendo siempre la musicalidad (…) El sombrero fue una auténtica delicia y Lucía Marín – espléndida conductora- nos hizo saborear algunos de los mejores momentos de Falla. Me encantó la lectura que hizo Lucía Marín del Amor Brujo, de una gran lucidez, de un perfecto equilibrio sonoro, muestra de haber estudiado bien y haber comprendido el espíritu que animaba a Falla cuando compone esta hermosa obra.
Periódico Ideal – 30 de noviembre de 2020